Su suelo es árido y su clima frío y ventoso. Este accidente geográfico alberga en su suelo y en sus costas una fauna autóctona y rica. Pingüinos, alojados en grandes pingüineras que se encuentran sobre sus costas, al igual que los albatros, gaviotas, elefantes marinos y lobos marinos. En la estepa, se encuentran guanacos, liebres patagónicas (maras) y zorros; aunque, la estrella de las costas patagónicas es la ballena franca, el mamífero más grande del mundo, además de toninas, delfinas y orcas.
En temporada de ballenas, que abarca de junio a diciemmbre, vale la pena hacer un primer tramo por la ruta provincial 4 (de ripio), primer avistaje costero de ballenas en la Playa El Doradillo, considerada área natural de reproducción. Tras haber andado 77 km. se llega al Istmo Carlos Ameghino, puerta de entrada a la reserva faunística integral Península Valdés. Allí hay un Centro de Interpretación, dependiente de la Secretaría de Turismo de la provincia de Chubut, ideal para informarse sobre la flora, fauna, geografía e historia de lo que se verá durante el recorrido. Unos 25 km. más adelante se llega a la aldea turística Puerto Pirámides, pequeño poblado, aunque el más importante de la península; desde donde se realizan los avistajes de ballenas francas, a bordo de embarcaciones preparadas para tal fin. Muy cerca de allí encontramos la lobería de Puerto Pirámides, apostadero de lobos marinos de un pelo durante la época de reproducción y cría (entre Diciembre y Marzo).
A escasos 75 kms, ya fuera de la península, se encuentra la ciudad de Puerto Madryn, epicentro turístico, con importante desarrollo pesquero para la región.
Actividades de Turismo
Avistaje de fauna (pingüinos, lobos marinos, ballenas, guanacos y aves), navegación, buceo, turismo a establecimientos rurales o estancias.
En cuanto a gastronimía de la Patagonia, las estancias y restaurantes de la región ofrecen la posiblidad de degustar platos típico: cordero patagónico y pescados y mariscos
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